Panorama energético mundial y el mito de las renovables

Estamos siendo testigos de un cambio de guardia real en cuanto a los productores de energía globales

Estados Unidos ya ha superado a Rusia como mayor productor mundial de gas y petróleo, según confirma la Statistical Review of World Energy 2015. El magnífico informe de BP Global nos desvela además, con datos abrumadores, un hecho irrefutable: queda un mundo para que las renovables lideren el consumo energético global.  

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Estamos nadando en petróleo: cuidado

Las reservas de petróleo estadounidenses (excluyendo los inventarios estratégicos) alcanzaron en marzo los 482,4 millones de barriles, el nivel más en los últimos ochenta años, según el último informe de la US Energy Information Administration (EIA)
 

A su vez, Arabia Saudí elevó su producción de petróleo a 10,3 millones de barriles diarios en el mes de marzo, también máximo histórico. A todo ello hay que sumarle el incremento de la producción en Irak y Libia, a pesar de sus gravísimos problemas internos. Resultado: la producción conjunta de la OPEC alcanzó los 31,5 millones de barriles al día, 1,2 millones de barriles más que en el mes anterior y 2 millones de barriles por encima de marzo de 2014. Y además, con Irán en la casilla de salida esperando el levantamiento de sanciones para empezar a incrementar sus exportaciones. Entretanto, la demanda global sigue atascada.

Estamos, por tanto, ante una tormenta productora perfecta que, junto a la fortaleza del dólar, presiona fuertemente a baja el precio del crudo y mantiene el globo inundado de oro negro. Sobre el juego geoeconómico subyacente en esta situación ya escribí hace unas semanas en el blog. Hoy quiero incidir en un fenómeno derivado de esta sobreabundancia, poco comentado en nuestra prensa especializada, y que introduce un factor de incertidumbre adicional en este ya de por sí incierto panorama: me refiero al denominado "super contango".

Hablamos de contango cuando el precio spot (precio del mercado de entrega inmediata) de un producto o activo financiero es inferior al precio a futuro del mismo. En el caso del petróleo, el exceso productivo y el incremento de los inventarios está detrás de este fenómeno. Vamos a tratar de explicarlo de forma sencilla y comprensible.

Imaginemos que soy un trader de petróleo y compro hoy un barril de Brent, digamos que a 50 dólares. A continuación, decido efectuar un contrato de futuros con ese barril. Mi estimación es que el precio del crudo en el momento temporal elegido estará en unos 60 dólares el barril. Si consigo pactar ese precio en el mercado, me embolsaré la diferencia. Hasta ahora, todo normal. Pero resulta que en la situación actual se están cerrando contratos por 65 o incluso 70 dólares el barril (ojo: cifras de ejemplo, no reales), muy por encima del precio futuro estimado, lo que ya no es propiamente contango, sino super contango.  ¿Qué es lo que ocurre?

El problema es que estar sentado sobre barriles de petróleo cuesta dinero, y cada vez más. Encontrar almacenamiento en tierra se convierte en una ardua tarea. No cabe ni una gota; se empiezan a utilizar superpetroleros como depósitos flotantes en lugar de usarlos como transporte, y los costes se disparan. Almacenar un barril de crudo en un petrolero cuesta unos 1,20 dólares al mes, considerablemente más que en tierra (unos 0,40 dólares/mes). Por tanto, los compradores de futuros tienen que pagar mayores diferencias (premium) sobre los precios esperados, con el fin de compensar a los vendedores por esos crecientes costes de almacenamiento. 

La existencia de super-contango genera enormes posibilidades de arbitraje y presiona adicionalmente a la baja el crudo, que parecía haber alcanzado cierta estabilidad en los últimos días. Los altos precios de futuros, comenta mi apreciado @sefuelix en mi timeline de Twitter, desincentivan la demanda de aseguramiento. Quienes tienen petróleo almacenado prefieren vender pronto para evitar seguir pagando costes crecientes. Una espiral poco virtuosa.

Además, como apunta @RGInvest, también se ve afectada la venta de refinados producidos a precios altos y que no son estables al ser almacenados durante meses. Todo ello puede introducir riesgos adicionales en los mercados y desequilibrios en los países productores más frágiles y dependientes de sus exportaciones energéticas. Habrá que estar muy atentos...

Luego, por supuesto, están los que tienen su propia visión del asunto... ;-)

Por qué si sube el dólar baja el petróleo... con una simple llamada telefónica

(Suena el tono de llamada)

- Buenos días, aquí la Abundant Oil Company, ¿en qué puedo servirle?
- Alo Joe, soy Alain, tu cliente francés.
- Hey Alain, qué bueno escucharte. ¿Todo OK?
- Bueno, vamos tirando... Quisiera hacer el nuevo pedido de petróleo. ¿A cuánto lo vendéis?
- Ahora mismo, a 50 dólares el barril. ¿La cantidad de siempre? ¿10.000 barriles? 
- Oye Joe, una pregunta... ¿te podría pagar en euros? Sois una compañía multinacional... aceptaréis euros ¿no?
- Alain, parece mentira. Estamos hablando de petróleo. Se paga en dólares. Ni euros, ni libras, ni yuanes, ni yenes...  Billetes verdes del Tío Sam. Uno detrás de otro.
- Merde! Pues el cambio nos está matando... No voy a poder comprarte los 10.000 barriles. Vamos a pedir 5.000.
- ¿5.000? ¡Pero hombre! ¡Si todos hacéis lo mismo no vaciamos los depósitos!

- Pues como no hagas una rebaja..
- Venga, Alain, por ser buen cliente, te lo dejo a 49 dólares.

- Demasiado para nosotros.
- 48 pues.
- 47 y te compro los 10.000.
- 47,5 y de ahí no me muevo.
- Fantastique! Deal!

Ya saben... cosas de la economía. ;-)

Breves reflexiones geoeconómicas sobre la "guerra del crudo"

Hace unos días descubrí en mi timeline un muy interesante gráfico de Raphael Bergoeing (@RBergoeingV) mostrando la evolución del precio del petróleo relacionada con eventos geopolíticos relevantes. Dicho gráfico, al que he añadido elementos adicionales, ofrece al lector una oportunidad para la reflexión (hacer click para ampliar): 

No cabe duda que el el fenómeno del shale oil es uno de los elementos clave de la actual tormenta de precios del crudo y  un factor que está modificando el panorama geoeconómico internacional. Para empezar, la autonomía energética estadounidense implica una mayor independencia de Oriente Medio y una pérdida de relevancia de la OPEC como actor clave global.

En palabras de Daniel Lacalle, el fracking ha desactivado la "prima geopolítica" del petróleo. Creo que no se puede expresar mejor con menos palabras.

Los acontecimientos de estas últimas semanas han sido presentados por los medios generalistas como una acción ofensiva contra la industria del shale, pero esta visión resulta a todas luces insuficiente sin considerar todos los actores del teatro de operaciones. 

Estados Unidos

Para EE.UU, el impacto de un crudo en el entorno de los 70-80 dólares es limitado. Con los precios actuales, sólo las explotaciones independientes y muy endeudadas (ubicadas en Texas, Oklahoma y North Dakota) están perdiendo dinero. No obstante, la industria petrolífera, a través de sus lobbies, presiona fuertemente a la administración para levantar la prohibición a las exportaciones de crudo, lo que constituiría un acontecimiento económico de impacto mundial.

En este sentido, el país ha pasado de ser en 2010 el mayor importador neto y bruto de derivados del petróleo a convertirse ya en el mayor suministrador bruto y el segundo mayor suministrador neto después de Rusia, a la que podría superar a finales de 2016.

Se estima que alrededor de 2020, EE.UU podría convertirse en exportador neto de crudo y sus derivados, considerados en conjunto


Arabia Saudí

El país árabe necesita, según Bloomberg, un barril a 97,5 dólares para equilibrar su presupuesto, aunque dispone de unas reservas de 736.000 millones de dólares para aguantar el envite. De hecho, más que una disputa con los EE.UU, muchos analistas ven en el movimiento saudí la intención de propinar un importante revolcón a Rusia y a los miembros más díscolos de la OPEC, como Venezuela e Irán. Veamos...

Rusia.

Es uno de los grandes perjudicados por el desplome de los precios, que trastoca muy seriamente sus cuentas públicas. La economía rusa, además, está viéndose afectada (bastante más de lo que reconoce Putin) por las sanciones financieras derivadas de su intervención en Ucrania. La gran caída del rublo con respecto al dólar es una de las consecuencias más llamativas de esta coyuntura. Punto a favor de Estados Unidos.

Venezuela

El miembro económicamente más débil de la OPEC puede sufrir nuevos conflictos civiles y una devaluación adicional de su moneda si se mantienen los precios actuales del crudo. Habrá que ver como lo digiere el régimen de Maduro, pero cuenten con que la culpa será de los Estados Unidos. ¿Acaso lo dudaban? Otro puntito para el casillero norteamericano.

Irán

Otro país afectado también por las sanciones económicas, en este caso debidas a su programa nuclear. Se estima que necesita el petróleo a 130,50 dólares por barril para equilibrar sus cuentas nacionales. Y el Tío Sam se anota otro tanto.

China

Actualmente el segundo mayor importador de petróleo del mundo, está aprovechando la guerra de precios para aumentar sus reservas estratégicas. Tablas con EE.UU.

Una vez revisada la situación de los principales actores, ¿quiénes le parecen ahora los ganadores y perdedores en esta contienda geoeconómica? 


Postdata: España.

Para nuestro país la situación actual supone un notable respiro, como importadores de crudo que somos. El impacto, en cualquier caso, es algo menor por la desfavorable evolución del tipo de cambio. Tampoco se traslada al consumidor debido a nuestra elevadísima carga impositiva y a las características de nuestro mercado, demasiado rígido e  intervenido, en el que no existe una verdadera competencia. Vean y comparen:


Recomendación final.

Las disquisiciones anteriores no son las de un experto. Si realmente quieren conocer con detalle todos los aspectos de la revolución energética que estamos empezando a vivir, nada mejor que leer: "La madre de todas las batallas: La energía, árbitro del nuevo orden mundial", de Daniel Lacalle y Diego Parrilla. No se lo pierdan. Avisados quedan.