Hace unos días tuve el placer de darles a conocer a mi paisano Iván Aguilar, joven y brillante economista liberal y "thinknomic" de pro, traduciendo y compartiendo con ustedes un magnífico artículo suyo titulado "Más tecnología y menos construcción" , que tuvo muy buena acogida por mis lectores y por mis seguidores en Twitter.
Iván forma parte también de "Catalans Lliures", grupo de afanosos liberales catalanes independentistas que defienden, según sus palabras, "los valores de la libertad, la autonomía personal, la diversidad, la pluralidad, la ayuda mutua, el progreso, la paz y la tolerancia", elementos indispensables de lo que para ellos debería ser su anhelado "Estado Catalán", aunque para mí son valores universales y deseables para cualquier nación. De hecho, su ejercicio en Cataluña, muy pobre, no supone, por mucho que ellos lo deseen, un hecho diferencial con el resto de España. Unos y otros andamos escasos de valores liberales. Y creer, visto el presente percal, que en una Cataluña independiente ese espacio liberal tendría más cabida que en España , me parece cuando menos ingenuo. Pero ya se sabe, la juventud...
No obstante, y con independencia de lo que yo pueda pensar sobre unicornios secesionistas, lo que escribe este grupo de jóvenes sobradamente preparados tiene mucho sentido y calidad, como por ejemplo el magnífico trabajo que hoy traduzco y comparto con ustedes sobre el salario mínimo.