Tendencias globales 2025

Una año más, el evento Controller Centricity (8ª edición), celebrado el pasado 10 de octubre, tuvo la gentileza de invitarme para abrir la jornada reflexionando brevemente sobre las tendencias globales que están configurando el mundo actual.

Pueden ver en esta noticia lo más destacado de mi ponencia:

El pensamiento crítico y la creatividad son fundamentales para gestionar el entorno actual

Un mundo crecientemente polarizado

Hace unos días explicaba cómo se están agravando los riesgos geopolíticos globales.

Las ideas clave de mi presentación, en lo que respecta a la geopolítica, fueron las siguientes:

(1) El mundo se encuentra cada vez más polarizado. El regreso del realismo político ha puesto en primer plano la competencia y el conflicto, desplazando la cooperación internacional.
(2) EE. UU., China y Rusia están marcando el nuevo orden global, impactando en el comercio, la estabilidad política y la seguridad. La caída del optimismo globalista es evidente.
(3) La rivalidad entre EE. UU. y China va más allá de lo económico, compiten también por la supremacía tecnológica y militar, afectando sectores clave como los semiconductores y las telecomunicaciones.
(4) EE. UU. ha impuesto aranceles y sanciones a empresas tecnológicas chinas, lo que ha exacerbado las tensiones y llevado a restricciones en la exportación de productos estratégicos. La UE también se ha sumado a esta tendencia.
(5) Rusia ha redibujado el mapa estratégico con la invasión a Ucrania, desencadenando una crisis energética, disrupciones en las cadenas de suministro y una mayor inflación. El rey europeo se dio cuenta que estaba desnudo
(6) La reconfiguración de las cadenas de suministro es una realidad. Las empresas están buscando reducir su dependencia de China, un proceso mucho más complicado de lo que parece. Del just in time al just in case.
(7) Si los países no se benefician del comercio, de los flujos tecnológicos y de capital, sufrirán en términos de crecimiento. La globalización está en retroceso y las oportunidades de prosperar también.
(8) El tablero está cambiando, y debemos estar preparados para nuevas reglas del juego a todos los niveles.

La nueva geopolítica del comercio global

La historia nos dice que olvidar las lecciones proteccionistas del pasado conlleva desagradables consecuencias en el presente y el futuro.

Por desgracia, muchos políticos y economistas siguen desmemoriados. No son buenas noticias para el comercio, ni para la humanidad....

Mi nuevo artículo en Sintetia explica como las guerras comerciales, la conformación de nuevos bloques comerciales geopolíticamente más cercanos, las sanciones económicas y la reestructuración de las cadenas de suministro son solo algunos de los factores que están redefiniendo el comercio mundial.

Leer el artículo completo

Panorama geoeconómico global

“Omnishambles”, que no tiene una traducción exacta al español, describe una situación que es mala en muchos sentidos, porque las cosas se han organizado mal y se han cometido errores graves. Esto es, el mundo tal cual lo estamos viviendo ahora mismo.

Mi nuevo artículo en Sintetia efectúa un breve recorrido analítico sobre lo que está ocurriendo en el mundo.

2024: un año geopolíticamente incierto y difícil

Mis conclusiones en el webinar de Global Chartered Controller Institute, GCCI: 2024 se presenta muy incierto.

La inflación, a pesar de la reciente mejora, sigue siendo un aspecto clave a seguir. Se observa una tendencia a la baja, con una moderación de los precios energéticos, aunque las materias primas y los alimentos siguen en niveles elevados. Si se mantiene esta tendencia de descenso, podría conllevar a una bajada progresiva de los tipos tasas de interés, lo que reduciría su impacto en la economía, especialmente en familias y empresas, muy castigadas por una acumulación sucesiva de impactos sanitarios, económicos y sociales. No obstante, el principal riesgo actual, que puede trastocar todo este panorama, es el geopolítico. Por tanto, la incertidumbre es máxima.

Hiperpriorizar

Los Controllers de gestión deberán prepararse psicológicamente para reaccionar a un contexto en el que la incertidumbre va a ser una constante en los próximos años.

En este contexto, las empresas deberán desarrollar un control de gestión interno potente para que sean más flexibles, horizontales y sepan reaccionar con mayor rapidez ante los cambios.

El #controller ha de estar preparado para “hiperpriorizar” acciones en un escenario de incertidumbre y, sobre todo, planificar para la disrupción, no para la perfección.

Mi ponencia en el congreso Controller Centricity 2023

Bienvenidos al viejo nuevo mundo

Vivimos en un mundo económicamente hiperconectado pero con una fragmentación geopolítica y tensiones internas en aumento. Y esta dualidad será el pan nuestro de cada día para gobiernos, empresas y ciudadanos.

Grandes protagonistas de esta realidad compleja son las multinacionales, responsables del 32% de los flujos mundiales de valor añadido y del 64% de las exportaciones. Cuando se trata de bienes intensivos en conocimiento, los menos sustituibles, la cifra aumenta hasta el 82%.

Esta configuración determina que los elementos de fricción locales (cada vez más numerosos) tengan efectos multiplicadores globales desde el punto de vista económico, energético, de defensa y estratégico. Riesgos que se suceden, superponen y realimentan.

El problema es que la mayoría de organizaciones no está preparada para gestionar un entorno de esta naturaleza. Y no puede ser que la primera vez que empecemos a abordar una cuestión sea cuando ya se ha convertido una crisis.

Aquí no hablamos de Cisnes Negros, sino de Rinocerontes Grises: riesgos con alta probabilidad de ocurrencia e impacto masivo si suceden, pero que no reconocemos como amenazas porque pasamos por alto su obviedad. No es que no veamos venir los problemas; los despreciamos. Y así nos va.

La corrupción como factor geopolítico

Los recientes escándalos de corrupción internacional ponen luz sobre un fenómeno cuya solución no puede alcanzarse únicamente en clave nacional a la vez que alertan sobre la necesidad de mantenerse vigilantes. El mundo globalizado, líquido y dominado por flujos, se ha hecho pequeño y la vida local se ha entrelazado con estructuras, procesos y eventos globales. Ahora bien, la globalización también internacionaliza cosas tan indeseables como la corrupción.

Este fenómeno, complejo y diverso, debilita al Estado y hasta puede propiciar su colapso. Los procesos en cuestión tienen lugar principalmente en entornos regionales, por lo que obligan a soluciones del mismo signo, que además deben ser integrales. Estas pasan por el reforzamiento de los Estados – y con ello de sus instituciones - desde sus propias referencias culturales, así como también por una mayor información y transparencia.

Se ha publicado en el Instituto Español de Estudios Estratégicos un trabajo en el que he participado como coautor junto con mi apreciado compañero Federico Aznar Fernández-Montesinos . Es un Documento de Análisis largo y denso, pero que tal vez les pueda interesar.

Leer: La corrupción como factor geopolítico

El precio del gas en 2023

En un artículo en ABC, José Ramón Iturriaga destaca el hecho de que el precio del gas está por debajo de cuando empezó la guerra en Ucrania, lo que tiene un impacto positivo en la inflación y, por tanto, en la economía (50 dólares de menor precio es casi medio punto más de crecimiento económico).

Iturriaga reflexiona:

“Y que el precio esté a estos niveles a estas alturas del año, confirma que lo peor está por detrás en lo que a los precios de la energía se refiere. Siguen altos para los patrones históricos pero se ha estabilizado a unos precios que son llevaderos, muy por debajo de los máximos de finales del verano pasado.”

En este punto, cabe preguntarse si realmente hemos dejado lo peor atrás y entramos en un período de mayor estabilidad en los precios del gas durante 2023. A continuación, unas breves reflexiones al respecto:

  • El mercado global de gas ha cambiado completamente desde la guerra de Ucrania. El gas natural licuado (LNG) se ha convertido en el gran protagonista en Europa frente al suministrado por los gaseoductos.

  • La muy sustancial reducción del suministro de gas ruso (un 80%) provocó una brutal competencia por adquirir gas natural licuado (LNG) a suministradores alternativos y a mucho mayor precio, con EEUU como gran protagonista en la cobertura de la demanda europea. Se trataba de llenar reservas con urgencia para el invierno. Los precios se dispararon.

  • Una vez rellenas las reservas, en Europa se vivió un otoño suave. Al mismo tiempo, los hogares reducían el consumo debido a la inflación y las industrias intensivas en energía disminuían su producción o buscaban fuentes alternativas, como el carbón en Alemania o Polonia. Paralelamente, aumentaba la producción de LNG tanto en como EEUU como en otros grandes exportadores (Qatar, Australia, Egipto). El precio del gas empezó a bajar tras la locura veraniega.

  • Esta moderación del precio del gas, tan buena para la inflación, se podría mantener si el invierno actual sigue siendo suave, pero esto podría cambiar. ¿Por qué? Porque estamos vaciando reservas y tocará llenar de nuevo los tanques para el siguiente invierno. Y no resultará tan sencillo.

  • De persistir la guerra, el apoyo occidental a Ucrania y las sanciones contra Rusia, no cabe descartar que Putin decida cortar definitivamente el flujo de gas a Europa (el 20% restante). Y de nuevo nos encontraríamos con un déficit de suministro, una competencia internacional feroz para cubrirlo y una nueva subida de precios, algo que la UE intenta controlar. Los acuerdos para fijar un tope de gas en Europa y para limitar el precio del gas ruso a 180 euros/MWh son medidas que pretenden contener la probable subida de precios a partir del verano, pero podrían tener consecuencias no deseadas, al desbaratar los mercados globales.

  • Tampoco debemos olvidar que los precios siguen muy por encima de las medias históricas y que podrían volver a dispararse si la reapertura económica de China, que ha revertido completamente su política de cero Covid, la lleva a aumentar las compras de gas.

  • Por tanto, parece que la incertidumbre y volatilidad del precio del gas se va a mantener durante este 2023, de no variar las circunstancias geoestratégicas y la coyuntura económica derivada de las mismas. Este también es el parecer del ministro de Energía de Qatar, para quien los mercados del gas natural podrían sufrir fuertes variaciones durante los próximos años, ya que la oferta sigue siendo insuficiente para satisfacer la creciente demanda.

Estaremos muy atentos para contarlo.




El reto energético europeo: hay que reaccionar

Ahora mismo, el mercado del gas natural, todavía vital para la economía de muchos países, está completamente roto por voluntad de Putin. Los precios de la energía suponen un lastre insalvable para sus economías y su estabilidad sociopolítica. Desde hace meses, sabemos que Rusia iba a utilizar todas las medidas no bélicas a su alcance para presionar al bloque occidental, y muy especialmente a la Unión Europea.

En mi último artículo en Sintetia, reflexiono sobre el estado actual de la cuestión: