Un mundo crecientemente polarizado
Hace unos días explicaba cómo se están agravando los riesgos geopolíticos globales.
Las ideas clave de mi presentación, en lo que respecta a la geopolítica, fueron las siguientes:
(1) El mundo se encuentra cada vez más polarizado. El regreso del realismo político ha puesto en primer plano la competencia y el conflicto, desplazando la cooperación internacional.
(2) EE. UU., China y Rusia están marcando el nuevo orden global, impactando en el comercio, la estabilidad política y la seguridad. La caída del optimismo globalista es evidente.
(3) La rivalidad entre EE. UU. y China va más allá de lo económico, compiten también por la supremacía tecnológica y militar, afectando sectores clave como los semiconductores y las telecomunicaciones.
(4) EE. UU. ha impuesto aranceles y sanciones a empresas tecnológicas chinas, lo que ha exacerbado las tensiones y llevado a restricciones en la exportación de productos estratégicos. La UE también se ha sumado a esta tendencia.
(5) Rusia ha redibujado el mapa estratégico con la invasión a Ucrania, desencadenando una crisis energética, disrupciones en las cadenas de suministro y una mayor inflación. El rey europeo se dio cuenta que estaba desnudo
(6) La reconfiguración de las cadenas de suministro es una realidad. Las empresas están buscando reducir su dependencia de China, un proceso mucho más complicado de lo que parece. Del just in time al just in case.
(7) Si los países no se benefician del comercio, de los flujos tecnológicos y de capital, sufrirán en términos de crecimiento. La globalización está en retroceso y las oportunidades de prosperar también.
(8) El tablero está cambiando, y debemos estar preparados para nuevas reglas del juego a todos los niveles.