Ser asertivo
En la vida y en los negocios debemos ser autocríticos, lúcidos y consecuentes ante las dificultades. Demasiadas veces reaccionamos con un exceso de ira y orgullo, o culpando a los demás de todos nuestros males. Tal y como escribía hace unos días, pecamos de quejicosos impenitentes.
La realidad no suele ser una cuestión de blanco y negro; los matices y los antecedentes cuentan. En mi opinión, nuestro proceder tendría que regirse por cuatro ideas fuerza:
- No todo nos va a salir siempre bien.
- Si algo nos sale mal, no siempre tiene que haber un culpable y, si lo hubiera, su búsqueda no debería ser nuestra principal prioridad.
- Solemos creernos mejores de lo que realmente somos.
- Quien resiste con voluntad y elegancia, gana.
Sentir frustración y enfado por un logro no conseguido que creemos merecido es completamente normal. Despotricar por ello contra el mundo y lamentarnos larga y amargamente, por el contrario, no nos conduce a nada. Seamos asertivos en las duras y en las maduras. Para ello, como bien escribe el psicólogo y escritor Xavier Guix, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Puedes hacerte respetar por los demás.
- Reclama tus derechos.
- Es imposible que todo el mundo te quiera.
- Piensa en ti positivamente.
- No te deprimas, actúa.
- No te escondas de los demás.
- Qué importancia tiene que te salga mal, mientas te hayas afirmado.
Intentémoslo. Con todas nuestras fuerzas.
Never surrender.