El precio del gas en 2023
En un artículo en ABC, José Ramón Iturriaga destaca el hecho de que el precio del gas está por debajo de cuando empezó la guerra en Ucrania, lo que tiene un impacto positivo en la inflación y, por tanto, en la economía (50 dólares de menor precio es casi medio punto más de crecimiento económico).
Iturriaga reflexiona:
“Y que el precio esté a estos niveles a estas alturas del año, confirma que lo peor está por detrás en lo que a los precios de la energía se refiere. Siguen altos para los patrones históricos pero se ha estabilizado a unos precios que son llevaderos, muy por debajo de los máximos de finales del verano pasado.”
En este punto, cabe preguntarse si realmente hemos dejado lo peor atrás y entramos en un período de mayor estabilidad en los precios del gas durante 2023. A continuación, unas breves reflexiones al respecto:
El mercado global de gas ha cambiado completamente desde la guerra de Ucrania. El gas natural licuado (LNG) se ha convertido en el gran protagonista en Europa frente al suministrado por los gaseoductos.
La muy sustancial reducción del suministro de gas ruso (un 80%) provocó una brutal competencia por adquirir gas natural licuado (LNG) a suministradores alternativos y a mucho mayor precio, con EEUU como gran protagonista en la cobertura de la demanda europea. Se trataba de llenar reservas con urgencia para el invierno. Los precios se dispararon.
Una vez rellenas las reservas, en Europa se vivió un otoño suave. Al mismo tiempo, los hogares reducían el consumo debido a la inflación y las industrias intensivas en energía disminuían su producción o buscaban fuentes alternativas, como el carbón en Alemania o Polonia. Paralelamente, aumentaba la producción de LNG tanto en como EEUU como en otros grandes exportadores (Qatar, Australia, Egipto). El precio del gas empezó a bajar tras la locura veraniega.
Esta moderación del precio del gas, tan buena para la inflación, se podría mantener si el invierno actual sigue siendo suave, pero esto podría cambiar. ¿Por qué? Porque estamos vaciando reservas y tocará llenar de nuevo los tanques para el siguiente invierno. Y no resultará tan sencillo.
De persistir la guerra, el apoyo occidental a Ucrania y las sanciones contra Rusia, no cabe descartar que Putin decida cortar definitivamente el flujo de gas a Europa (el 20% restante). Y de nuevo nos encontraríamos con un déficit de suministro, una competencia internacional feroz para cubrirlo y una nueva subida de precios, algo que la UE intenta controlar. Los acuerdos para fijar un tope de gas en Europa y para limitar el precio del gas ruso a 180 euros/MWh son medidas que pretenden contener la probable subida de precios a partir del verano, pero podrían tener consecuencias no deseadas, al desbaratar los mercados globales.
Tampoco debemos olvidar que los precios siguen muy por encima de las medias históricas y que podrían volver a dispararse si la reapertura económica de China, que ha revertido completamente su política de cero Covid, la lleva a aumentar las compras de gas.
Por tanto, parece que la incertidumbre y volatilidad del precio del gas se va a mantener durante este 2023, de no variar las circunstancias geoestratégicas y la coyuntura económica derivada de las mismas. Este también es el parecer del ministro de Energía de Qatar, para quien los mercados del gas natural podrían sufrir fuertes variaciones durante los próximos años, ya que la oferta sigue siendo insuficiente para satisfacer la creciente demanda.
Estaremos muy atentos para contarlo.