Apuntes sobre la inflación de diciembre.

La tasa anual de la inflación subyacente se eleva 6 décimas en diciembre (dato adelantado), hasta el 6,9%, superando la inflación general. Sigue muy elevada, no es un dato bueno.

En variación MENSUAL, suben tanto la general (+0.3) como la subyacente (+0,8). La inflación subyacente es un indicador más preciso de coyuntura presente que el dato general, ya que muestra los cambios que se producen en los precios en el corto y en el medio plazo, eliminando efectos volátiles. Y estos son los que nos afectan de lleno a los ciudadanos.

En el contexto actual, la inflación general está afectada por topes, subvenciones, bajadas extraordinarias de impuestos y cálculos aún incompletos de los precios que pagan las familias por la energía y otros factores. Su reducción es buena señal porque nos marca la tendencia de los próximos meses y contribuye a anclar las expectativas, pero no impactará de lleno en los hogares mientras la subyacente no se modere, y ya vemos que por el momento no lo hace. Por tanto, seamos prudentes en nuestros análisis y no nos precipitemos al sacar conclusiones.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica también otro dato muy relacionado con la complicada coyuntura económica actual: el ahorro de los hogares, que prosigue con su caída. La tasa de ahorro sin efectos estacionales y de calendario es del 5,7% de su renta disponible, 2,7 puntos inferior a la del trimestre anterior.

Habrá que estar muy atentos a la evolución de esta coyuntura durante los próximos meses. La ralentización económica combinada con alta inflación tiene un nombre muy feo.


Actualización: el dato definitivo de diciembre fue de un 7% en la subyacente, con un 15,7% la alimentación.

¿Qué factores influirán más en el consumo los próximos meses?

He sido invitado por la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) a participar en el Barómetro #Topcommerce, para compartir mi visión sobre los factores que más van a influir en el consumo en los próximos meses.

Aquí el acceso a las colaboraciones del Barómetro.

Unos apuntes necesarios sobre la inflación de octubre

Los últimos datos de Eurostat muestran que el IPC general armonizado en la eurozona alcanzó el 10,7%. En España, el dato es del 7,3%, lo que nos presenta como el segundo país con una subida de precios más moderada. Sin embargo, hemos de tomar estos datos comparativos con prudencia.

Fuente: el Mundo

No hace mucho tiempo, en pleno despegue inflacionario, se desató una elevada presión política sobre el Instituto Nacional de Estadística (INE), porque el IPC no reflejaba adecuadamente el incremento de los precios de la electricidad, al recoger sólo los datos de la tarifa regulada, que era la que estaba sufriendo la subida.

No obstante, ahora que por la excepción ibérica la parte más sustancial de la subida eléctrica se está cargando a los clientes de la tarifa libre, que no mide el INE, ha desaparecido por arte de magia dicha presión revisionista. Eso, sin olvidar el impacto de la reducción del IVA.

Del mismo modo, todo el precio del gas que mide el INE corresponde a la tarifa regulada, que ha tenido importantes rebajas por la bajada del IVA al 5% y un cierto alivio de los precios internacionales. Los clientes de mercado libre se han visto mucho menos beneficiados por la rebaja, lo que ha determinado que se esté produciendo una huida masiva a la tarifa subvencionada.

La realidad es que con otra medición, podríamos estar ahora mismo con 3 o 4 puntos de IPC general por encima de lo publicado. Todo ello debemos tenerlo en cuenta en nuestros análisis, tanto para la crítica como por la presunción, y no ser tan desmemoriados cuando nos interesa.

Si quieren una comparación más homogénea de los datos de inflación de la eurozona en octubre, mucho mejor recurrir a la evolución de la inflación subyacente (no exenta tampoco del impacto de ayudas y cambios impositivos), en la que nuestra posición comparativa está mucho más ajustada a la media europea, como muestra este gráfico del profesor Combarro.

Horas trabajadas y PIB

Un dato relevante sobre nuestro #empleo en estos nuevos gráficos de Combarro: las diferencias entre personas ocupadas a tiempo completo y horas trabajadas se va ampliando, es decir, cada empleo trabaja menos horas.

Podría deducirse, a falta de más información, que el aumento de contratos indefinidos (con un porcentaje significativo de fijos discontinuos) frente a la reducción de temporales no viene a resolver nuestros problemas estructurales.

Como apunta el profesor, para seguir la evolución el #PIB hay que seguir siempre el número de horas.



El impacto del suministro de gas ruso en Europa

La Unidad de Inteligencia Económica de The Economist ha estimado el impacto económico de la reducción del suministro de gas ruso a Europa. Estos son sus efectos primarios y secundarios:

Directa o indirectamente, todos estaremos afectados. Las economías de mayor riesgo: Hungría, República Checa y Eslovaquia. Muchos países europeos se enfrentarán, además, a una doble amenaza por los recortes de gas a Alemania.

Les incluyo las conclusiones del análisis prospectivo. Debemos prepararnos para tiempos duros:

  • Efectos a corto plazo: "Esperamos una recesión en Europa este invierno, con el mayor impacto económico en el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023. Un contexto mundial poco favorable - dado el endurecimiento monetario de EE.UU., la ralentización del crecimiento de China y el creciente nerviosismo de los inversores- agravará la desaceleración europea”.

  • Efectos a medio plazo: "Reponer el almacenamiento de gas en 2023 será difícil, ya que es probable que las reservas se agoten por completo este invierno. La transición desde Rusia como fuente de energía hacia el GNL y las energías renovables llevará tiempo. La reactivación de la energía de carbón en algunos países supondrá un retroceso temporal en la reducción de emisiones. El invierno de 2023/24 será probablemente complicado."

  • Efectos a largo plazo: “El suministro energético de la UE será más ecológico y resiliente (aunque siga dependiendo de de importaciones para las tecnologías renovables). Los altos precios de la energía incentivarán a hogares y a empresas a invertir en una mayor eficiencia energética. A largo plazo, la influencia geopolítica de Rusia sobre la UE se habrá debilitado. Sin embargo, esta transición llevará varios años y conllevará un considerable dolor económico y turbulencias políticas."

Pese a la incertidumbre, me parece un escenario harto probable que augura momentos muy difíciles. España, por su parte, tiene un enorme activo en su capacidad regasificadora. Desde luego, si no somos capaces de poner en valor esta fortaleza geoconómica, no tendremos perdón como país.

Estrategias empresariales en tiempos revueltos

¿Qué pueden hacer las empresas en la actual coyuntura de inflación, volatilidad e inseguridad? Las prioridades deberían centrarse ahora mucho más en la continuidad del negocio, la resiliencia y las entradas de la cadena de suministro global.

La mayoría de las compañías han tomado medidas para buscar fuentes de suministro alternativas y tener mayores niveles de inventario. Las que se ven directamente afectadas por la invasión de Ucrania y las disrupciones globales buscarán desviar sus cadenas de suministro o buscar nuevos proveedores. Ya está ocurriendo.

Se deberían incluir nuevas mediciones para evaluar la resiliencia de los modelos de negocio: se hace necesario medir y conocer no sólo el tiempo de recuperación de la empresa (Time to Recover) ante un parón no planificado de la actividad, sino también su tiempo de supervivencia (Time to Survive) en caso de una interrupción de los suministros o servicios de proveedores externos.

Desgraciadamente, si la situación actual se mantiene durante los próximos meses, la mitigación final es que los aumentos de costes se trasladen al consumidor, alimentando aún más la inflación. Podremos ver el resurgimiento de los recargos por combustible u otros similares, especialmente en el transporte y sectores verticales integrados, como forma de repercutir los aumentos de precios.

En cuanto las estrategias financieras, las empresas tienen varias opciones, que iremos viendo desplegar cada vez más. Entre ellas, cabe destacar:

  • Detener los proyectos de inversión de capital que tienen un rendimiento financiero marginal: las estructuras de costes van a cambiar de forma desfavorable, lo que reducirá el flujo de caja operativo. Al mismo tiempo, el aumento del riesgo y la incertidumbre va a incrementar las tasas de descuento.

  • Invertir en activos fijos: el coste de los bienes de capital se enfrentará a una presión al alza. En un ciclo inflacionista, aferrarse al efectivo es una estrategia equivocada. Lo más probable es que se produzca un repunte en la sustitución/reposición de activos fijos y un aumento de la actividad de adquisición.

Además, resulta imprescindible tener capacidad de reacción rápida:

  • Crear flexibilidad en los contratos: es fundamental que las empresas incluyan cláusulas de precios de transferencia en sus contratos con los clientes. Compartir riesgos con ellos puede ser una buena estrategia.

  • Si la pandemia no llevó a un examen cuidadoso de la probabilidad y el impacto de una amplia gama de riesgos a las empresas, la crisis en Ucrania debería hacerlo. En un entorno tan volátil e incierto, el análisis de riesgos y la forma de mitigarlos es un proceso crítico y continuo. Y ello necesita buenos sistemas y personal especializado. Y mirar tanto dentro de la organización como fuera, ya que, para muchas empresas, su mayor riesgo es la economía global. Monitorizar, monitorizar y monitorizar.

2022, el año que no fue: coyuntura, perspectivas e incertidumbres

2022 el año que no fue: coyuntura, perspectivas e incertidumbresha sido el título de la sesión que, un año más, impartí en Icade Asociación Profesional. Una revisión de los datos y previsiones que en cierta medida ya había anticipado en mi sesión del pasado julio 2021 de cara a una salida de la pandemia, y a la que he tratado de incorporar los problemas derivados de la guerra de Ucrania, de imprevisibles consecuencias.

Aquí tienen el vídeo completo de la presentación:

El coste en recursos de la transición energética

El sector metalúrgico y minero deberán proporcionar las materias primas necesarias para una transición energética que se quiere acelerar. La disponibilidad de éstas tendrá que aumentar rápidamente y, en algunos casos, en volúmenes diez veces o más que el tamaño actual del mercado.

Se espera escasez de materiales, subidas de precios y una necesidad creciente de innovaciones y sustituciones tecnológicas

Que no se nos olvide: para reducir drásticamente la intensidad de las emisiones, las tecnologías renovables requerirán mucha mayor intensidad en la explotación de materiales, en algunos casos escasos, de difícil extracción o desigualmente repartidos. Y con coste medioambiental.