Analizando las cifras del Plan Económico de Podemos

Artículo de análisis económico escrito junto con Pilar García de la Granja y Daniel Lacalle y publicado en la edición dominical de El Mundo el 21/02/2016. Con gráficos de Javier García Echegaray y Absolutexe.

Aquí pueden consultar la edición digital.

Máxima expectación para conocer un proyecto-memoria económica y financiera, fundamentos políticos y resortes administrativos de Podemos para instalar en España la Revolución Política, Progresista y de Cambio de la “gente”.

El proyecto económico fiscal de país es, a nuestro juicio, fundamental, para entender que modelo que política económica quieren implantar en España, sobre qué premisas y cuáles pueden ser sus consecuencias para España y los españoles. Aunque lo primero que debemos tener en cuenta es que Podemos quiere y defiende un referéndum de Independencia para Cataluña – y posiblemente para el resto de comunidades que lo pidan como el País Vasco –, de realizarse éste referéndum y de salir SÍ, todo este proyecto de ingeniería económico-fiscal quedaría en agua de borrajas, para empezar porque se perdería el 18% del PIB de España que actualmente supone Cataluña.

Pero seamos positivos y pensemos que con o sin consulta, Cataluña seguirá siendo parte de España. El “cuadro macroeconómico” que presenta la memoria del documento programático es el siguiente:

Tabla extraída de la propuesta económica de Podemos.

Las cifras presentadas trabajan a propósito con ratios sobre PIB, que permiten dibujar un panorama más difuso y favorable a la propuesta. Traducción: los economistas de la formación morada han formulado unos números que están destinados a beneficiar y hacer atractiva su propuesta, y que no son realistas. Los cálculos de Podemos suponen una estimación de crecimiento sostenido del PIB en el entorno del 6% hasta 2019, lo que casi nos empareja con países como China. Estamos hablando de más de 280.000 millones de euros sobre 2015, algo realmente inaudito, teniendo en cuenta la evolución de nuestra economía.

Ni España, ni ningún país del primer mundo han crecido en los últimos 30 años a un ritmo del 6% del PIB. España no cuenta con recursos naturales que permitan pensar que de su explotación se podría incrementar el PIB de esa manera –no tenemos ni petróleo, ni minas de diamantes, ni yacimientos de coltán-.  Ni está claro que, aún teniendo esos recursos, España pudiera generar riqueza de esa forma tan espectacular. El PIB (Producto Interior Bruto) es la suma de bienes y servicios que produce un país, y hay ejemplos para aburrir de países que incluso teniendo fuentes naturales de riqueza se han arruinado simplemente por coyunturas globales y defectuosa gobernanza, como Venezuela, Argentina o Nigeria. Hay países como Japón, con enorme riqueza y mucha mayor inversión pública, que están sumidos en el estancamiento desde hace décadas.

La formación morada parte, además, de las propias previsiones del Partido Popular, que ya de por sí incluyen una sobrevaloración del PIB, todo ello sin considerar los riesgos coyunturales que pueden llevar a la baja estos datos, desmontando todo el tinglado ya desde el primer año. 

El crecimiento anterior se acompaña con una nueva senda de reducción del déficit, que del -2,8%/-1,5%/-0,3%/-0,3% actuales de 2016 a 2019, pasa a ser del -3,9%/-3,5%/-2,3%/-2,2%. Todo ello, expresado en cantidades absolutas, significa un déficit anual de -45,3/-42,7/-30,4/-30,2 miles de millones de euros respectivamente, déficit que se traducirá en un incremento muy notable de la deuda pública, eso sí, camuflado por nuestro increíble crecimiento, que la dejará en el 90,7% del PIB. Todo muy bonito.

El primer escollo con el que se encuentran los economistas de Podemos, y que por supuesto no aparece en su Plan de Unicornios Amarillos, es Bruselas. España forma parte de la Unión Europea y tiene unos compromisos de déficit que debe cumplir. Por supuesto Europa, que YA está siendo flexible en el cumplimiento de déficit para España, no permitirá un cuadro como el que pinta Podemos, pero lo que es aún peor, este escenario nos enfrentaría a las instituciones europeas de la misma forma en la que Varoufakis se enfrentó en su día, y ya estamos viendo los resultados de Grecia.

Pablo Iglesias se la juega al movimiento “revolucionario político por el Cambio” que lidera el fracasado Varoufakis en Europa, un economista que fue expulsado del gobierno de Tsipras sin contemplaciones. Piensa Iglesias que con Varoufakis, Tsipras y Renzi pueden promover un movimiento de la Europa del Sur contra la Europa del Norte que bien, apoye sus políticas, o bien salga del euro. Sin sonrojos.

Resulta importante destacar que las acciones programáticas de Podemos se basan en estos supuestos económicos, que se dan por hechos. Cabe preguntarse cómo, de cumplirse, pretenden convencer a la Unión Europea que, creciendo como motos, pasemos olímpicamente de reducir nuestros números rojos. Puro wishful thinking.

Sobre este endeble armazón, Podemos construye su propuesta de gasto adicional para la legislatura (96.000 millones para 2019), destinado a “revertir los recortes en los servicios públicos fundamentales”, a la puesta en marcha de programas sociales (entre ellos, un “Plan de Renta Garantizada”) y a inversiones públicas (“Plan de Transición Energética”, gasto en I+D+i…) potenciadas, ojo al dato, por una banca pública creada a partir de Bankia, Banco Mare Nostrum e ICO.  ( Lo que implicaría, para empezar, sacar de bolsa Bankia). Como apuntaba un sensato y avispado tuitero, “que todo ello no dependa del gobierno español sino de las autoridades europeas, es un detalle irrelevante”.

No vamos a entrar en el detalle de los gastos, porque se trata de una decisión política sometida a la ideología de los proponentes, pero sí debemos analizar con detalle los ingresos que van a posibilitar dichos gastos. Y ahí entramos en los terrenos del Mago de Oz:

De los 96.000 millones señalados, 68.000 (un 70,83%, señalados en rojo) se encomiendan a fuentes de financiación totalmente inciertas y poco acreditadas:

  • 12.000 millones obtenidos de la lucha contra el fraude fiscal. Al menos, ya no son los 45.000 millones que proclamaban antes de las elecciones. Les invitamos a revisar las medidas del programa, en donde advertimos muchos más gastos probables (de personal, operativos y costes ocultos) que ingresos esperados. Este dato, siendo el más plausible de todos no se implanta con un mayor número de inspectores fiscales, sino con lo que ellos denominan “el concurso ciudadano”, básicamente chivarse de lo que tiene el vecino en nombre del patriotismo mal entendido. Buscan crear escuadrones vecinales de chivatos profesionales del régimen. ¿Les suena?
     
  • 29.700 millones de, toma castaña, “efecto multiplicador”. Merece la pena leer la explicación sobre esta cantidad:

    "El gasto público del Estado genera actividad económica, lo cual se traduce finalmente en un mayor consumo e inversión y, con ello, en mayor recaudación fiscal. Teniendo en cuenta que este multiplicador del gasto es claramente mayor que el multiplicador de los impuestos, el efecto estimado sobre los ingresos que cabe esperar por esta vía es de 29 700 millones de euros”.

    Ahí lo dejan, y se fuman un puro. Nos lo tenemos que creer, porque sí.

    En éste punto, hay que explicar que el gasto público se financia de dos maneras: vía impuestos, o vía financiación en los mercados. Una financiación que tiene un coste ( denominado el interés de la deuda), y que hay que pagarlo al prestamista. Es decir que es una premisa falsa. Otro Unicornio Amarillo.

     
  •  26.300 de los “ahorros” (=menos esfuerzo de ajuste) derivados de la nueva senda de reducción del déficit. Sí, esa que las autoridades europeas concederán graciosamente sin contrapartida alguna. Vamos, como en el caso de Grecia o de Portugal.

El resto de ingresos, 28.000 millones (un 29,17%) corresponden a la recaudación adicional esperada de una nueva reforma fiscal. Dicho en román paladino: más impuestos, salvo en el caso de IVA (merced a unos confusos ajustes), lo que supone superar los 200.000 millones de euros en las principales figuras impositivas, techo que sólo se consiguió en el pico más alto de nuestra monumental burbuja inmobiliaria. Ya nos explicarán cómo se consigue tal objetivo con un 20% de paro y con una economía todavía en lenta senda de recuperación de niveles precrisis, sin construcción ni turismo y con el ajuste productivo aún sin consolidar.

La pregunta en éste punto es obvia: ¿Pretende Podemos construir mas carreteras, mas Aves a ninguna parte, más Universidades, más puentes? ¿Quizá pantanos? ¿Exactamente en que piensa invertir Podemos el dinero público? Dicen que contrataran un millón de funcionarios más, España pasaría de tres millones a cuatro millones de funcionarios: ¿Es eso inversión productiva o se puede denominar de otra manera?

En materia de Inversión Inmobiliaria, su política es franquista: se trata básicamente regresar a las medidas que estaban en las leyes de 1947, 1957 y 1964. 

Gráfico: Absolutexe

Merece la pena recordar en este punto que el impacto de las reformas fiscales emprendidas en el período 2011-2014, tan ferozmente criticadas por Podemos, supuso ya 31.112 millones de euros adicionales a las arcas del estado. También resulta interesante destacar que el desvío de los ingresos tributarios sobre lo presupuestado, en ese mismo período, fue de -17.107 millones de euros. Hagan cálculos. ¿En cuánto se pueden quedar finalmente esos 28.000 millones?

Interesante también es es el punto del IVA del 25% para los “productos de lujo”. Una propuesta que es imposible porque la UE no permite tipos impositivos superiores en el IVA al general ( que está en el 21%). Pero les da igual, porque ellos en realidad lo que quieren es cambiar Europa. En todo caso, conviene recordar que la Industria del Lujo da trabajo en España directamente a 200.000 personas ( individuos con familias), y que el año pasado supuso ventas superiores a 10.000 millones de euros. El ingreso medio de un artesano de la marroquinería, joyería, industria del calzado de lujo o de moda es superior a la media. Todo rllo sin entrar en el turismo de lujo y su impacto en la Economía, o en la gastronomía de lujo y su capacidad de movilizar crecimiento económico local. Detalles sin importancia: el lujo es malo.

El documento establece que el esfuerzo en IRPF recaerá sobre las rentas mayores de 60.000 euros de base imponible. De nuevo, recordemos: las rentas de más de 60.000 euros generan apenas un 33% del total de la recaudación. Apretando a estos contribuyentes, retocando deducciones y corrigiendo “la dualidad de la tarifa entre rentas del trabajo y ahorro” se pretende recaudar 10.000 millones adicionales. Ahí es nada.

Sumen a ello una “reforma en profundidad del Impuesto de Sociedades” (+12.000 millones) y la recuperación de Patrimonio y Sucesiones (+2.000 millones). Pero es que además se sacan de la chistera “otros” 8.000 millones de euros en “fiscalidad verde” (atentos a las medidas), un “impuesto de solidaridad” a las entidades financieras y el Impuesto sobre Transacciones Financieras (la famosa Tasa Tobin).

Esto es: impuestos, impuestos y más impuestos que, de forma directa o indirecta, acabarán pagando sí o sí “la gente” para la que pretenden legislar.

Es más, ¿tal incremento fiscal sobre familias y empresas no va a tener repercusión en el estratosférico crecimiento esperado? ¿No afectará al consumo, a la inversión y al emprendimiento, y por ende al multiplicador mágico? ¿Dónde se contempla la reacción de los agentes económicos a estas medidas? ¿Y la supervisión y armonización europeas? Demasiados interrogantes para demasiado humo. 

Montoro, con la mayor subida de impuestos de la historia, subiendo 5 puntos el marginal por la necesidad de cuadrar las cuentas, aumentó la recaudación de IRPF en 4.000 millones. Ellos creen que van a sacar más del doble.

No hablan ya de "impuestos a rentas altas" sino "acomodadas". En Navarra o Cantabria ya han demostrado que suben los impuestos a todos. Especialmente a los pobres, incrementando los indirectos -gasolinas, etc-.

La media histórica de errores en estimación de ingresos fiscales, según el BCE, es del 1% del PIB. Eso significa que Podemos lanzaría a España a un déficit anual superior al 8%, el mayor del mundo y unos 240.000 millones más de deuda. Eso llevaría a la prima de riesgo a dispararse aunque el BCE nos apoye, como hemos visto en Portugal o Grecia.

Podemos se ha inventado el multiplicador del gasto corriente. Estiman una expansión económica que duplica el crecimiento medio histórico del PIB nominal aumentando en 93.000 millones el gasto corriente. No la inversión.

Es una broma pensar que la solución es gastar más cuando llevamos ocho años con una expansión fiscal de más de 60.000 millones anuales. Pero es alucinante que Podemos pida más déficit -más deuda- cuando en sus mítines y sus cientos de horas de televisión han estado pidiendo insistentemente auditoria de la deuda, impago y salida del euro. ¿Quieren pedir más para luego no pagar? Genial.

El plan es claramente anti empleo y anti crecimiento, subirá impuestos a Pymes y autónomos, y no existe un solo caso de semejante subida de impuestos y aumento del gasto en la OCDE que haya generado crecimiento del empleo.

Podemos olvida el impacto del aumento de flujo de deuda aunque el BCE la monetice. Un dato relevante: cada 1% de eventual incremento del coste de la deuda de aquí a 2019, supone unos 10.000 millones de gasto adicional. Además, aumentar el déficit en tal cantidad va a disparar la prima de riesgo, y con ello destruye el acceso a crédito de empresas y familias.

En fin, juzguen ustedes mismos. 

Daniel Lacalle es economista y director de inversiones en Tressis Gestión.

Sebastián Puig (autor de este blog) es analista, escritor y conferenciante.

Pilar García de la Granja es periodista, especializada en información económica y Jefe de la corresponsalía de Tele5 en Nueva York.

 

"En mi empresa se practica el empowerment"... ¡Cuñaooooo!

Una conducta empresarial bastante habitual en estos tiempos es la de escoger un modelo de gestión, de organización o de mejora continua que esté de moda e implantarlo porque a los directivos, simplemente, les gusta.

Se hace porque les parece atractivo, proporciona apariencia de modernidad y otorga a quienes lo practican un halo de liderazgo guay, muy vendible. Mi experiencia al respecto es que muchas veces se trata de un cambio cosmético , que se queda en la superficie sin asimilar las enseñanzas del modelo. Como resultado, la mal renovada organización brilla un tiempo y enseguida declina y destiñe, como cualquier ropaje de mala calidad, hasta que las prácticas se abandonan. Se desperdician así unos preciosos recursos que hubieran podido dedicarse a tareas de verdadero valor, además de generar frustración en el personal y resistencia a futuros cambios.

Hace unos años tuve la ocasión de tratar breve e indirectamente con una empresa de tamaño medio, joven y dinámica, durante unas sesiones formativas. La curiosidad me llevó a observar su comportamiento organizativo mientras estaba con mis asuntos. Fijarse en los hábitos cotidianos de las personas, sea cual sea su estatus, y conversar francamente con quienes hacen que las pequeñas y grandes cosas sucedan, son dos hábitos muy recomendables para cualquier analista. Un viejo proverbio danés dice que a quien teme preguntar, le avergüenza aprender . No puedo estar más de acuerdo. Siempre habrá alguien de quien podamos aprender alguna cosa. Siempre.

En este caso, la anécdota surgió cuando uno de los directivos de aquella empresa presumió, en una conversión distendida ante unas cervezas, de que en su compañía se practicaba el "empowerment" (en España usamos el término empoderamiento ); esto es, se fomentaba el desarrollo en los trabajadores de una confianza en sus propias capacidades. No quise ser descortés y afearle tal presunción delante de los presentes, y no tuve después ocasión de comentárselo en privado, lo que lamento.

Durante esos pocos días de convivencia, había podido comprobar como la capacidad de decisión y acción de muchos de sus trabajadores era mínima, lo que me resultó llamativo porque se trataba de personas muy cualificadas y de amplia experiencia profesional, capaces de afrontar tareas complejas de manera reflexiva y precisa. De hecho, cualquier decisión operativa relevante en esa empresa debía recorrer un tedioso camino de ida y vuelta, un verdadero disparate ineficiente y paralizador. ¿Qué sentido tenía, existiendo una cultura empresarial robusta, unos objetivos claros y unas reglas operativas bastante bien estructuradas, tener que pedir autorización en cada paso del proceso, máxime disponiendo de un equipo humano solvente y bien entrenado?

En estos casos, la mejor opción es dejar al equipo adoptar decisiones y actuar al nivel más bajo, debiendo mantener la jefatura un papel supervisor y orientador. Ello exige, por supuesto, una dirección que conozca al dedillo su empresa, entienda los procesos, asuma los riesgos y tolere las incertidumbres.

Si hubiera tenido la oportunidad, habría compartido con ellos tres sencillos consejos:

1. Instruye a tu equipo, mediante el ejemplo y la interacción, para ejercitar su capacidad de anticipar, pensar, juzgar, decidir y actuar con independencia.

2. Deja de comportarte con ellos como si fueras una niñera.

3. Aprende a quedar satisfecho con "soluciones aceptables" aunque no sean las "soluciones perfectas" que habías diseñado en tu flamante Power Point durante la última junta, ni las que tú, exclusivamente, crees que son correctas. Observa atentamente, recomienda y deja hacer. Seguro que te sorprenden.

Deshazte de 50 cosas

Nuevo artículo en mi blog de finanzas personales de Domestica Tu Economía.  

Cuando estamos en modo vital “automático”, nos dedicamos a la acumulación indiscriminada de objetos y cargas personales, consumiendo demasiadas energías en la solución de muchos “ahora” que nos imponemos de manera voluntaria o inconsciente. Esos “ahora” nos impiden reflexionar y descartar todo aquello que no proporciona valor añadido a nuestra existencia. Y así, casi sin enterarnos, transcurren los años. Es el momento de aligerar nuestra carga.

Leer: "Empieza el año aligerando tu carga material: Deshazte de 50 cosas"

I.P.E. (Índice de Percepción del Ego)

Todos los días contemplo peleas, discusiones y encontronazos absurdos si se atiende a los motivos que los originaron.

La mayoría se desencadenan por susceptibilidades sin fundamento, críticas mal aceptadas y desconfianzas varias. Ello es debido a que nuestro Índice de Percepción del Ego (I.P.E.) suele estar por las nubes y con una invariable tendencia inflacionista. Cualquier hecho que incida en el alto concepto que tenemos de nosotros mismos, desemboca en una reacción defensiva, a menudo iracunda, y en conflictos que podrían evitarse con algo de autocontrol.

Mi recomendación: ante cualquier incidente, pregúntese (con honradez) si se ha visto afectado algún aspecto relevante de su persona o solamente se ha producido una deflación en su ego. Si es una cuestión por la que realmente merece la pena pelear o discutir, adelante, hágalo de manera intensa pero sensata. Pero, por favor, no se preocupe por su ego. En muy poco tiempo este habrá recuperado con toda seguridad su valor original.

Y recuerden, como escribíamos en un post anterior:

Evita acercar demasiado tu ego a tu opinión, no vaya a ser que cuando tu opinión no se sostenga, tu ego tampoco.

Cómo organizar nuestra información sin morir en el intento (II): Imágenes

Hace unos días publicaba en este mismo blog una entrada en la que compartía con ustedes algunas claves de mi sistema personal de organización y gestión de la información.  Destacaba entonces lo importante que es desarrollar un método propio de trabajo con el que nos sintamos cómodos y obtengamos resultados observables, así como perfeccionarlo en el tiempo con autodisciplina y perseverancia, generando automatismos que nos ayuden a mantenernos organizados sin dedicar demasiado esfuerzo consciente a ello.

El post tuvo una buena aceptación y generó bastante feedback en mi timeline tuitero, algo que agradezco en sobremanera, puesto que solo con esa interacción uno puede mejorar. Algunos de los lectores me preguntaron por el tema de las imágenes, y hoy he decidido completar la entrada con un breve añadido sobre ello.

En esta cuestión, repito la recomendación efectuada en mi primera entrega: no nos compliquemos la vida innecesariamente.  En mi caso, para obtener,  tratar y almacenar las imágenes con las que trabajo habitualmente, uso  herramientas muy sencillas, que TODOS tenemos en nuestros ordenadores. A algunos de ustedes esto les parecerá de una tremenda simpleza, pero créanme: son muchos los usuarios que todavía desconocen los siguientes procedimientos básicos:  

  1. Botón derecho del ratón y "Guardar imagen como...". En la gran mayoría de nuestras navegaciones por Internet este es el método más rápido y sencillo de descargar una imagen (fotografía, tabla, gráfico...) que nos interesa. Para nombrar y archivar dicha imagen. sigo el mismo sistema que ya les describí en su día
  2. Si tienen la necesidad de tratar la imagen descargada, lo más rápido y sencillo es utilizar Paint, el editor nativo básico que todo Windows lleva consigo (o su equivalente en otros sistemas de escritorio o móviles): con él se puede recortar, cambiar de tamaño, añadir texto, líneas, comentarios, etc., de manera facilísima. ¿Para qué recurrir a otro programa?
  3. Si la imagen no puede descargarse de la página Web, pertenece a un documento pdf, a otra imagen de mayor tamaño o tiene un formato que no es compatible con nuestros programas, acudimos a otra solución rápida: la función Imprimir Pantalla (usando la tecla ImprPant o PrtSc, según sea el teclado). Ello inmediatamente guarda en el portapapeles del sistema un "pantallazo" de lo que estamos viendo, que luego basta con pegar y editar en Paint. En los dispositivos móviles el procedimiento es prácticamente el mismo. 
  4. Algo similar podemos hacer con las tablas de Excel: sólo tenemos que seleccionar el área que queremos convertir en imagen, clicar en "Copiar", abrir Paint y ejecutar "Pegar". A continuación, seleccionamos la opción "Recortar" ("Crop") y el tamaño de la imagen se ajusta automáticamente al de la tabla. Sencillo, ¿no?
  5. Finalmente, si la imagen, gráfico o tabla es trabajo suyo, recomiendo personalizarla con una marca de agua o firma que identifique su autoría. Para ello, de nuevo, utilizamos la sencilla utilidad de introducción de texto que tiene Paint, ubicando la marca en un lugar visible cuya manipulación posterior resulte muy evidente. Del mismo modo, debemos respetar las marcas de agua y la fuente original de las imágenes que descarguemos y usemos en nuestros trabajos. Seamos honestos, no cuesta nada.

Para terminar, cabe reseñar que hay plataformas online que nos permiten almacenar y compartir nuestra colección gráfica de forma fácil y potente, entre ellas Instagram y Pinterest. Twitter y Facebook también disponen de ubicaciones para almacenar las imágenes que difundimos. En definitiva: quien no organiza bien su material visual es porque no quiere

Hasta la próxima entrada. 

Mi intervención radiofónica en Gestiona Radio @pulsogestiona 17/12/2015

Hoy fui invitado a participar en la hora #twecos del programa Pulso Empresarial de Gestiona Radio. Se trata de mi primera experiencia divulgativa en la radio y ha resultado muy interesante, gracias también a la profesionalidad del conductor del espacio, Rubén Gil.

Ustedes juzgarán. Hasta tiene su lado friqui.

Hello, World!

Domestica tu Economía cumple 2 años

El pasado 26 de noviembre se cumplieron dos años desde que Cetelem lanzó el portal Domestica tu Economía, un proyecto que forma parte de su política de Crédito Responsable y que hoy cuenta ya con más de 700.000 páginas vistas.

Desde entonces, en Domestica tu Economía se han publicado más de 700 artículos con consejos de ahorro y consumo responsable; recursos para la gestión de la economía doméstica y contenidos divulgativos sobre economía y finanzas personales.

He tenido el honor de participar desde el principio (e incluso antes) con un magnífico grupo de bloggers, que ha ido creciendo con el tiempo hasta constituir un dinámico quinteto. Me acompañan en ese afán de compartir conocimientos, reflexiones y consejos:

Antonio de Miguel , periodista y blogger financiero, además de Social Media Strategist especializado en Finanzas en Roi Up Agency. Ha trabajado en Cinco Días, Finanzas.com, Inversión & Finanzas y FinancialRed.com. Se le puede seguir en Twitter y en “En el fondo de mi bolsillo”.

Eneko Delgado, abogado especialista en propiedad intelectual, patentes, marcas y derecho de la competencia. Diplomado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto es además experto en nuevas tecnologías, oratoria y argumentación. Podéis seguirle la pista en @EnekoDelgado y en su espacio“Firmar después de leer”

Pilar Blázquez, periodista económico en elDiario.es, antes en Público, Bolsa5 o la revista Capital. Con nosotros comparte sus conocimientos en “La trastienda de la Economía”. En Twitter podéis seguirle en @Praxagoras21

Ignacio San Martín, Responsable del Área Procesal y de Protección de Datos de Cetelem España. Antes ha sido Director del Área de Recobro Judicial de nuestra empresa y Director del Servicio de Reclamaciones. Desde 2014 mantiene el blog “Al otro lado de ese Derecho” y colabora con el portal jurídico de deporte IUOSport, dedicado a derecho deportivo. Con nosotros escribe en “Desde la letra pequeña”. En Twitter: @SMNacho

Un honor seguir divulgando con todos ellos. Never surrender!

El Camino Hacia Ninguna Parte: Trilogía de los Bancos Centrales

A principios del mes de noviembre iniciábamos en Sintetia una serie sobre política monetaria de la que que se acaba de publicar la tercera y, por ahora, última entrega

Empezábamos nuestro recorrido resumiendo el estado de situación de una economía planetaria en la que nuestros protagonistas, los bancos centrales, han adquirido un protagonismo brutal, de tal forma que sus continuas intervenciones, primero convencionales y luego “extraordinarias”, se han convertido en el pan económico nuestro de todos los días. Afirmábamos entonces que si bien su papel durante la gestión de la gran crisis financiera fue clave, al evitar un colapso en la liquidez del sistema que sin duda hubiera agravado la depresión, resulta mucho más dudosa su eficacia para propiciar el regreso al crecimiento, la creación de empleo, el desapalancamiento global, la disminución del riesgo del sector financiero, la sostenibilidad de las finanzas públicas y los desequilibrios estructurales de los estados.

Sin embargo, todo eso y más se ha ido demandando a los bancos centrales, ante la dejación y procrastinación voluntarias de los gobiernos y de las instituciones político-financieras internacionales. Tal inanidad reformista se ha traducido en un entorno económico donde los países desarrollados mantienen una carrera monetaria basada en masivas expansiones y reducciones sucesivas de tipos nominales, entrando en esa ignota Zona Negativa que describíamos en la segunda entrega de la trilogía.

Aquí tienen los enlaces a la serie completa:

  1. El muy disputado caso de los Bancos Centrales (I): Estado de situación
  2. El muy disputado caso de los Bancos Centrales (II): Bienvenidos a la Zona Negativa
  3. El muy disputado caso de los Bancos Centrales (III): Sendas Peligrosas

Economía y geopolítica en un mundo globalizado

El próximo 26 de noviembre en Madrid tendrá lugar la presentación de un libro sobre economía y geopolítica en el que colaboro con un capítulo sobre corrupción y seguridad. Por si algún lector está interesado en asistir, aquí tiene el enlace al evento.

Este es el contenido del libro, coordinado y presentado por Manuel Pizarro, con asistencia del Ministro de Defensa:

Introducción
Por Manuel Pizarro Moreno

Capítulo I
Base de capital de la economía española y mercados financieros. Análisis de las fortalezas y debilidades de nuestra economía desde el punto de vista financiero
Por Juan Carlos Ureta y Domingo García Coto

Capítulo II
El valor estratégico del euro
Por Fernando Fernández Méndez de Andés

Capítulo III
Geopolítica de la economía global
Por Eduardo Olier Arenas

Capítulo IV
Corrupción y seguridad internacional
Por Federico Aznar Fernández-Montesinos y Sebastián Puig Soler

Capítulo V
Planificación estratégica e inteligencia económica: herramientas de gestión del cambio
Por Fernando Davara Rodríguez